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martes, 22 de junio de 2010

LIBRO "UN MUNDO DESVOCADO"


Bueno en este libro Un Mundo Desbocado, el autor sintetiza en cinco aspectos principales los efectos de la globalización en la vida del ser humano (globalización, riesgo, tradición, familia y democracia). De modo didáctico privilegia un conjunto de factores -para el autor- determinantes en los continuos y trascendentales cambios que la humanidad viene afrontando, como sociedad y como individuo. La necesidad de estos cambios se sustenta en el hecho de continuar en su interminable proceso de apertura a los nuevos acontecimientos, todos ellos relacionados con los avances de la ciencia, la tecnología y el pensamiento racional.
Apenas concluida la lectura de los primeros párrafos, una palabra coqueteaba con las ideas que, a partir de lo leído, iba formulando en mi cabeza cada vez, con creciente alusión: La incertidumbre.
Podemos definir a la incertidumbre como toda situación incapaz de predecir el desenlace único de un evento y que por consiguiente, procura la generación de un abanico de probabilidades a tomar en cuenta ante determinado hecho. A estas probabilidades, resulta oportuno sumarle otras aún menos predecibles como el riesgo de lo inesperado, acrecentando a un más la sensación de inseguridad e inestabilidad (emocional, económica, política, social), frente a un evento o situación.
A mi entender, la globalización produce el efecto de incertidumbre en los cinco aspectos que el autor determina en el texto. Entiende a la globalización como el fin del Estado-Nación, e introduce el concepto de las instituciones concha, como aquellas que mantienen su denominación, pero que han alterado su composición y forma de interpretarse ante la sociedad, es decir se encuentran en un trance de continuo cambio ante las nuevas modalidades de decisión, progresivas e interminables.
Es esa manifestación de cambio y la determinante influencia de los avances tecnológicos y científicos, basados en la previa concepción de la razón como camino al futuro, lo que actúa sobre el cambio o evolución de conceptos concluyentes para la comprensión y la permanencia de las sociedades como posibilidad de vivir, o sobrevivir en muchos casos.
Trasladando este fenómeno a lo expuesto por el autor, entiendo a la incertidumbre como la generación máxima de inestabilidad e inseguridad que la globalización produce en el individuo. Esta incertidumbre es generada en diferentes niveles (ya sea económico, político, social, sexual), y resulta acreditada por la capacidad humana de continuar estimulando sus posibilidades cognitivas.
Esta inestabilidad e inseguridad sólo es apaciguada por el consumo de productos generados por el mismo sistema, la publicidad, el entretenimiento, las tecnológicas. etc. Gracias a la globalización, el mercado se amplía para el vendedor y las posibilidades crecen para el consumidor, reduciendo de alguna manera, su mercado.
Existe una clara necesidad de poder y supremacía incrustada en todo ello. Por eso el poder económico resulta motor y motivo de la cambiante interpretación del mundo. Uno en el que, durante siglos, existió bajo una estabilidad particular que injusta o no, permitía a los gobernantes beneficiarse y a los gobernados, una capacidad de desinterés por acrecentar sus beneficios y posibilidades.
Foto:
Edge
El autor refiere a una idea de democratizar la democracia al final del libro, explica que es necesario devolver el poder al pueblo y que los de arriba se enteren de que no son todopoderosos. ¿Pero es posible aquello con medios que se limitan a entretener y reniegan de su capacidad educadora?, ¿Es posible hacer conciente a un individuo bombardeado por una sociedad de consumo? Sinceramente, lo veo difícil.
Luego reseña el concepto de familia, explica el autor que este concepto ha ido cambiando positivamente, desde una razón económica hasta una razón plenamente sentimental. Dice que el matrimonio hoy en día está basado en la intimidad. Sin embargo, cada vez menos gente está interesada en casarse, menos mujeres no quieren tener hijos hasta que el reloj biológico aguante. Hay un cambio de visión en la educación.
Todos están interesados en cosas más importantes como realizarse profesionalmente y ser algo que envidiar en su círculo de amistades. Algunos pueden decir que es lo superficial lo que prima, otros, sin embargo, podríamos pensar que sencillamente es la democracia actuando como generador de posibilidades libres de ser elegidas. Mientras que antes las mujeres debían ser amas de casa, ahora pueden acceder a una vida empresarial y un sastre de ejecutiva exitosa e independiente.
Gracias a la globalización y a la posibilidad de interconectarnos con el mundo, un noticiero puede obviar la información sobre una posible tercera guerra mundial en Georgia y distraer con una nota más agradable sobre las declaraciones de una
Paris Hilton al ser arrestada ebria por novena vez en el año. ¿Cual de las dos noticias tendría mayor audiencia? Eso dependerá de que tan bien acostumbrados a cada tipo de información esté el público, qué tan bien o mal hayan sido educados.
Otro punto es el riesgo, entendido como los peligros que se analizan activamente en relación a posibilidades futuras. Esto lo relaciono mucho con el sentido de incertidumbre, desarrollado al principio. La capacidad de reducir la incertidumbre lleva al mismo tiempo, a minimizar el riesgo.
Foto:
El País
Pero el riesgo es necesario para innovar, para motivar el cambio y la continuidad de lo novedoso. Es así como la incertidumbre puede ser incluso una forma de placer, un canal para experimentar y por consiguiente, descubrir nuevas formas alternativas de concretar un objetivo, incluso de crear nuevos objetivos.
Y es entonces cuando deja de repetirse lo repetido, lo monótono y cotidiano. Entonces aquello entendido como tradición, y que según el autor es una creación de la modernidad, pasa a ser un medio relativamente necesario, porque nos mantiene seguros a algo fijo y estable, y por que su vez, nos permite valernos de esa ancla para husmear en otras profundidades de un mar posiblemente extenso y rico en eventos.
Como dice el autor, esas tradiciones definen verdades, quizá paradigmas que nos llenan de esa estabilidad que no tenemos cuando experimentamos, cuando cambiamos y hacemos de la vida una secuencia superficial y mediática en la que estamos más comunicados que nunca y más solos que siempre.
Bajo esta visión, los efectos de la globalización en nuestras vidas son contundentes y van alterando los fundamentos, modificándolos. La posibilidad de caminos se esparce y se multiplica. Sólo una educación enraizada en valores será capaz de sostenernos ante tan desproporcional viaje

se puede decir que trata un tema específico. voy a ir haciendo un pequeño comentario de cada uno de los apartados.
-Vivimos en un mundo global, nadie comprende este tipo de vida pero todos sentimos los efectos de esta globalización de una forma o de otra
Las opiniones de la globalización cambian de unas personas a otras o de unos pueblo a otros.
La globalización no sólo afecta a la economía sino que es: política y cultural también.
La globalización crea nuevas zonas económicas pero no todo lo que produce la globalización tiene consecuencias positivas.
-Riesgos, para poder obtener beneficios en el futuro debemos asumir o enfrentarnos a una serie de riesgos (esto siempre ha ocurrido y ocurrirá). Al hablar de riesgo podemos observar que tiene dos lados el positivo y el negativo; el positivo es el que aprendemos y el negativo sería si sufrimos pérdidas.
-Tradición, no hay que regirse por las tradiciones ya que los tiempos cambian y esto hace que influya en nuestras vidas ya que nos comportamos de una manera o de otra, además de que la economía a innovando en todos sus aspectos (aparecen nuevos productos, la industria avanza...)
-Familia, incluso dentro de la familia o de nosotros mismos sufrimos cambios, nuestro corazón conforme avanzamos en edad sufre distintas emociones. En el mundo se realizan debates sobre la igualdad de sexo, edad...
Las familias también eran unidades económicas, por ejemplo antes, cuando una familia poseía tierras toda la familia se dedicaba al trabajo en ellas. Vemos que todo avanza, al igual que ahora a la hora de explotar una tierra no se cuenta con todos miembros de la familia, también el papel de la mujer ha sufrido cambios, antes la mujer era considerada un ser más débil que el hombre, poco a poco la mujer está consiguiendo que se le considere igual y está logrando tener los mismos derechos.La idea principal de este libro es intentarnos explicar lo que es globalización en distintos apartados. Hemos podido llegar a sacar la conclusión de que la globalización es positiva aunque debemos aceptar que también tiene algún aspecto negativo.
Algunos de sus aspectos positivos serían: la mejora de las comunicaciones, la apertura de fronteras, la bajada de los costes de trasportes, la fragmentación geográfica de la producción es decir, la mejora del comercio internacional en general.
Ésta es pues la idea principal del libro: la globalización y los efectos en el mundo y en nuestras vidas.En mi opinión, este libro resulta interesante, ya que te hace pensar cosas que nunca te habías preguntado y a la vez te plantean alguna duda.
A mí, personalmente, se me ha hecho un poco aburrido porque a lo largo de los capítulos repite muchas veces lo mismo, entonces se hace un poco pesado.
También me ha ayudado a pensar sobre cosas acerca de la economía en otros países, en otras zonas del mundo y sobre la tradición, los medios de vida de antes, la forma en la que se repartían las tareas, la evolución en los medios de producción, la tecnología...
Pero sobre todo y al parecer era su objetivo, me ha aclarado lo que era la globalización y su influencia en nosotros y en las próximas generaciones. Las consecuencias que trae para nosotros y para el futuro, ya sean positivas o negativas, como permite avanzar a algunas regiones....
En conclusión pues, a todos aquellos que tienen dudas acerca de este término les recomendaría que leyesen este libro para aclarar sus ideas.


REVOLUCION SANDINISTA











Se conoce como Revolución Sandinista, o Revolución nicaragüense al proceso abierto en Nicaragua en 1978, y que se extendió hasta febrero de 1990, protagonizado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (llamado así en memoria de Augusto Nicolas Calderón Sandino) en el que se puso fin a la dictadura de la familia Somoza, derrotando al hijo de Anastasio Somoza, Anastasio Somoza Debayle, sustituyéndolo por un gobierno de perfil progresista de izquierda.[1]
La lucha contra la dictadura de los Somoza, que ya había comenzado a finales de los años 50 del siglo XX se intensifica significativamente en 1978. En marzo de 1979 se firma el acuerdo de unidad por parte de los representantes de las tres fracciones sandinistas y se decide impulsar la lucha. En junio se hace el llamamiento a la "Ofensiva Final" y a la huelga general y el 19 de julio de 1979 las columnas guerrilleras del FSLN entran en Managua, con un amplio respaldo popular, consumando la derrota de Anastasio Somoza Debayle.[1]
El nuevo gobierno, formado por un amplio espectro ideológico con presencia socialdemócrata, socialista, Marxista-leninista y con una influencia muy grande de la teología de la liberación, trataron de introducir reformas en los aspectos socio-económicos y políticos del Estado nicaragüense, tratando además los problemas relativos a la sanidad, la educación y reparto de la tierra que el país sufría. Logrando avances significativos y reconocidos internacionalmente.[2]
La oposición armada realizada y organizada por los Estados Unidos, que organizó la llamada contra y hundió al país en una guerra civil, junto a diversos errores de gobierno achacables a la inexperiencia de los sandinistas llevaron a Nicaragua a una posición económica crítica que hicieron que el FSLN perdieran las elecciones de febrero de 1990 en favor de la UNO presidida por Violeta Chamorro poniendo fin al periodo revolucionario




Antecedentes

Augusto César Sandino.
La segunda intervención de
Estados Unidos en Nicaragua termina en 1933 cuando gana las elecciones el Partido Liberal encabezado por Juan Bautista Sacasa. El 1 de enero de 1933 ya no había ningún soldado estadounidense en suelo nicaragüense, pero en 1930 los EEUU habían formado un cuerpo propio de seguridad, la Guarda Nacional, a cuyo frente quedó, a la salida de los soldados de EEUU, Anastasio Somoza García hombre de confianza de Washington. El 21 de febrero de 1934 El Coronel Elias Riggs, del Ejército Norte Americano, respaldado por Somoza, utilizando a la Guardia Nacional, asesina a Sandino quien había luchado contra la intervención estadounidense y había sido el líder indiscutible de la oposición a esa intervención. El cadáver del General César Sandino fué sepultado por los militares de Somoza y hasta el dia de hoy se desconoce el paradero de sus restos. Este fue el primer acto de una serie que llevaron a que Somoza, con apoyo de EEUU, se eligiera presidente de Nicaragua en 1936. Con ello se marcó el comienzo de una dictadura familiar de la familia Somoza, que apoyada por EEUU y auspiciando sus intereses se instauró en el país.[3]
A comienzos de la década de los 60 del siglo XX, los ideales de izquierda y las luchas por la liberación de los pueblos colonizados de sus metrópolis estaban en pleno auge y dando resultados. El 1 de enero de 1959 entraban en La Habana las tropas revolucionarias que luchaban contra la dictadura de Batista en Cuba y en Argelia se formaba el Frente de Liberación Nacional de Argelia para luchar por la independencia de Francia. En Nicaragua los diferentes movimientos contra la dictadura somocista iban a dar como resultado la constitución del Frente de Liberación Nacional de Nicaragua que sería el embrión de lo que vino a denominarse, posteriormente, Frente Sandinista de Liberación Nacional.
La situación económica de Nicaragua, a mediados del siglo XX, se ve deteriorada al caer los precios de productos agrícolas exportables como lo eran el algodón y el café. Políticamente el
Partido Conservador de Nicaragua sufre una escisión y una de las facciones, los que fueron llamados popularmente los zancudos, pasa a colaborar con el régimen somocista. Anastasio Somoza García es ajusticiado por el poeta nicaragüense Rigoberto López Pérez en 1956 y vinculan con esta acción a Carlos Fonseca y Tomás Borge. En octubre de 1958 Ramón Raudales inicia una serie de acciones guerrilleras que constituyen el inicio de la lucha armada contra la dictadura somocista. En junio de 1959 se producen los hechos conocidos como "El Chaparral", un lugar del territorio hondureño, fronterizo con Nicaragua, en donde una columna guerrillera "Rigoberto López Pérez" al mando del Comandante Rafael Somarriba (en la que estaba integrado Carlos Fonseca) fue detectada y aniquilada por el Ejército de Honduras en coordinación con los servicios de inteligencia de la Guardia Nacional de Nicaragua.[4]
Después de "El Chaparral" se dieron varias acciones armadas más, en agosto moría el periodista Manuel Díez Sotelo, en septiembre Carlos Haslam, en diciembre Heriberto Reyes, al año siguiente se producen los hechos de "El Dorado" y se mantienen una serie de acciones donde resultan muertos, entre otros, Luis Morales, Julio alonso, Manuel Baldizón y Erasmo Montoya.[5]
La oposición convencional, hasta entonces liderada por el Partido Comunista de Nicaragua, no había sido capaz de formar un frente común contra la dictadura. La oposición a la dictadura se fue estableciendo en torno a diversas organizaciones clandestinas estudiantiles. Entre sus líderes destacaba, ya a comienzo de la década de los años 60, Carlos Fonseca Amador.
En
1957 Carlos Fonseca Amador, Silvio Mayorga, Tomás Borge, Oswaldo Madriz y Heriberto Carrillo forman la primera célula que se identifica con los principios proletarios. En octubre se forma en México el Comité Revolucionario Nicaragüense que preside Edén Pastora Gómez, Juan José Ordóñez, Roger Hernández y Porfirio Molina.
En marzo de
1959, se crea Juventud Democrática Nicaragüense (JDN), en su constitución participan, entre otros, Carlos Fonseca y Silvio Mayorga. Esta organización tenía la finalidad de llegar a la juventud no estudiantil urbana. A finales de ese mismo año desaparece para dar paso a la Juventud Revolucionaria Nicaragüense (JRN), grupo que mantuvo una actividad internacional elevada. El 21 de febrero de 1960 participa en una conferencia de exiliados nicaragüenses en Maracaibo (Venezuela) organizada por el Frente Unitario Nicaragüense (FUN) (coalición de diversas fuerzas opositoras a Somoza). Asistieron a esa conferencia Fonseca, en calidad de delegado de la Universidad Autónoma Nacional de Nicaragua (UANN) y Silvio Mayorga, en calidad de representante de las JRN, en donde firmaron el manifiesto "Intervención sangrienta: Nicaragua y su pueblo" y su "Programa mínimo" a la vez que conocieron a otros compañeros con los que, posteriormente, formarían el FSLN. Poco después se organiza el Frente Interno de la Resistencia que según el propio Fonseca es El primer auxiliar del Ejército Defensor del Pueblo Nicaragüense.
La JRN tenía una muy escasa presencia dentro de Nicaragua (estaba más activa en los centros del exilio nicaragüense de
Costa Rica, México o Cuba) pero estableció contacto con la Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN), vinculada al Partido Conservador y fundada el 12 de enero de 1960 y en la que participaban, entre otros, José Benito Escobar, Germán Pomares, Salvador Buitrago, Roger Vásquez, Julio Buitrago, Daniel Ortega, Fernando Gordillo, Manolo Morales, Jorge Navarro, Orlando Quiñonez, Ignacio Briones, German Vogl y Joaquín Solís Piura, al calor de los acontecimientos de la Revolución cubana y su influencia en Latinoamérica. La JPN se definía como un grupo de jóvenes comprometidos con la democracia y la justicia social sin seguir el estandarte de ningún partido. En sus filas militaban Julio Buitrago y José Benito Escobar que llegarían a ser líderes importantes en el FSLN.
En el año 1960 la JPN realiza una serie de movilizaciones en diferentes ciudades de Nicaragua,
Managua, Matagalpa y Carazo. Estas protestas son debidas a la represión de estudiantes que se habían saldado con la muerte de varios de ellos y como apoyo al nuevo gobierno cubano que encontraba dificultades con el gobierno somocista. La JPN jugó un importante papel en la movilización contra la dictadura. Su línea de actuación estaba al margen de los partidos opositores, como el Partido Socialista de Nicaragua o el Partido Comunista y muy lejos de la oposición conservadora. Fonseca promueve el ingreso a la JPN de Marcos Altamirano, que conocía de actividades anteriores. Altamirano pronto llega a Secretario General de la organización.
Edén Pastora junto a cinco nicaragüenses más se integra en el movimiento guerrillero "Frente Revolucionario Sandino" en Las Segovias.
A comienzos de
1961 se funda el Movimiento Nueva Nicaragua (MNN) en el que participan personas provenientes del mundo de la educación, como Carlos Fonseca, Silvio Mayorga, Tomás Borge, Gordillo, Navarro y Francisco Buitrago; personas provenientes de entornos obreros como José Benito Escobar; del campo, como Germán Pomares e incluso pequeños empresarios como Julio Jerez Suárez. También participaba en el MNN Santos López, guerrillero que había luchado con el General de Hombres Libres, Augusto César Sandino.
EL Movimiento Nueva Nicaragua estableció su base en tres ciudades del país, Managua,
León y Estelí. Aunque su cuartel general se encontraba en la vecina Honduras. Su primera actividad pública se realizó el marzo de 1961 en apoyo de la Revolución cubana y en protesta de la posición que el gobierno de Nicaragua mantenía con Cuba, totalmente plegada a los intereses de Estados Unidos. El MNN se disuelve para dar paso al Frente de Liberación Nacional.[6]
[editar] Los Somoza
Los gobiernos de la familia Somoza pusieron al país a plena disposición de los intereses de los EEUU. La familia se convirtió en una de las familias más ricas de todo América Central controlando la riqueza nacional de Nicaragua para sus propios intereses y fomentando la corrupción . Durante los años 50 y 60 del siglo XX, la estabilidad del régimen dictatorial proporcionó un desarrollo económico notable que no llegó a ser repartido con equidad manteniendo a grandes masas de la población en la extrema pobreza e indigencia.
[1] La oposición al régimen fue duramente perseguida, produciéndose asesinatos y torturas y obligando al exilio a los que se posesionaban en contra del poder establecido. La represión se acentuó a partir de 1964.[1]
El terremoto de Managua de 1972 marcó un hito en la corrupción somocista cuando miles de millones de dolares de la ayuda internacional a las víctimas fue usurpada por el poder dejando a los perjudicados por la catástrofe sin socorro. La situación económica empeoró y creció el descontento entre la población.
[
editar] El FSLN

Bandera del F.S.L.N.
Los diferentes movimientos de oposición fueron convergiendo dando lugar a principios de los años 60 al nacimiento del FSLN, organización que lideraría la lucha contra la dictadura.
El Frente Sandinista era una organización heterogénea en la que participaban gentes de diferentes ideologías con una marcada inclinación marxista y referencias de la
Revolución cubana y argelina. No tenía vinculación con ningún partido existente en el país y basaba su ideología en las ideas y lucha de Augusto Sandino (guerrillero nicaragüense que se enfrentó a los EEUU en los años 30 y fue asesinado por Somoza).[1]
Las fuerzas gubernamentales de los diferentes gobiernos somocistas lograron contener la lucha armada emprendida por el FSLN el cual sufrió fuertes derrotas como la de Pancasán en 1967 o la casa "Las Termópilas" en 1969. Al comienzo de la década de los 70 se va generalizando el apoyo popular a los sandinista tanto en las ciudades (centros educacionales y de trabajo) como en las zonas rurales. El FSLN sufre una división del que nacen tres tendencias que luchan por separado. Aún en esa coyuntura, los éxitos son relevantes y se producen acciones como "La ofensiva de Octubre". En 1976 muere en combate Foncseca, perdida que acusa la organización.
[
editar] Comienzo del triunfo revolucionario
A mediados de los años 70, parte de los líderes económicos del país y la Iglesia Católica se empiezan a alinear en contra del gobierno de Somoza. Se forma un movimiento de oposición dirigido por
Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, dueño del diario La Prensa, el mayor del país, y fuerzan al gobierno a realizar algunos cambios. Este grupo opositor encontró apoyo en las filas del Partido Demócrata de los EEUU y en el gobierno estadounidense de Jimmy Carter que impulsó una política exterior más respetuosa con los Derechos Humanos.[1]
El 10 de enero de 1978 es asesinado Pedro Joaquín Chamorro. El asesinato es atribuido al régimen y desata un gran malestar entre las clases medias y empresariales del país. En febrero se produce la insurrección del barrio de Monimbó de Masaya y en agosto se realiza la toma del Palacio Nacional por una columna del FSLN comandada por Edén Pastora. La negociación para la liberación de los políticos secuestrados en el Palacio Nacional hace que muchos presos políticos queden en libertad y que se pueda publicar y difundir un llamamiento a la población a la insurrección.
La insurrección se va generalizando y la represión gubernamental se agudiza y endurece llegando a realizar ataques contra la población civil. Esto hace que el FSLN adquiera apoyos y que comiencen a llegar protestas de países extranjeros que presionan al régimen somocista para que busque una salida negociada al conflicto.
[1]
En marzo de 1979 las diferentes fracciones sandinistas firman el acuerdo de unidad y en junio se hace el llamamiento a la "Ofensiva Final" y se convoca una huelga general. El gobierno de EEUU intenta, mediante la OEA (Organización de Estados Americanos), parar el avance del Frente. El gobierno norteamericano intenta que la OEA destaque tropas de interposición en Nicaragua, pero no obtiene apoyo necesario de los países latinoamericanos presentes en la organización.[7] Posteriormente, poniendo como pretexto motivos humanitarios, intenta afincar tropas en Costa Rica para intervenir en Nicaragua, pero esta operación también fracasa. Lo mismo que los intentos de negociación con el FSLN para la composición de una Junta de Gobierno de Reconstrucción nacional. Finalmente, los Estados Unidos de América del Norte se ven obligados a pedir a Anastasio Somoza su renuncia a la presidencia de Nicaragua en un intento de controlar la situación. Somoza es sustituido por el presidente del Congreso Nacional, Francisco Urcuyo, que en uno de sus primeros actos como presidente hace un llamamiento al FSLN a que deponga las armas. La respuesta sandinista fue la de incrementar el avance y Urcuyo abandona el país. La Guardia Nacional se derrumba el Frente Sandinista de Liberación Nacional entra en Managua el 19 de julio de 1979 poniendo fin a la etapa dictatorial somocista asumiendo las responsabilidades de gobierno mediante la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional.[1]
[editar] Los gobiernos revolucionarios
[
editar] Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional
A la entrada en
Managua el 19 de julio de 1979 del FSLN le siguió la instauración de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional que estaba compuesta por cinco miembros. El coordinador de la misma, que hacía las veces de presidente, fue Daniel Ortega Saavedra del FSLN al que acompañaban Sergio Ramírez y Moisés Hassan, ambos también sandinistas y el empresario Alfonso Robelo Callejas y Violeta Barrios de Chamorro, viuda de Pedro Joaquín Chamorro, (que sería la sucesora de Ortega al final del proceso revolucionario en 1990) como independientes. Se estableció un Consejo de Estado con representación de varios grupos sociales (políticos, sindicalistas, mujeres...) y se dispuso que se funcionara como una legislatura hasta la convocatoria y celebración de elecciones.[1]
El control del Directorio Nacional del FSLN (que constaba de 9 comandantes del FSLN: Tomás Borge, Daniel Ortega, Victor Tirado, Humberto Ortega, Henry Ruiz, Jaime Wheelock, Bayardo Arce, Luis Carrión y Carlos Núñez) sobre la Junta de Gobierno hizo que los miembros independientes abandonaran la misma un año después siendo sustituidos por otros 2 miembros no sandinistas, Arturo Cruz y Rafael Córdova Rivas. Este gobierno emprendió las políticas arriba indicadas y en 1981 el gobierno de Ronald Reagan impuso un bloqueo económico y empezó a financiar a grupos armados antisandinistas conocidos como la contra. Nicaragua buscó el apoyo de la URSS y de Cuba y en 1982 firma con la URSS un pacto de cooperación económica




Cuando los Sandinistas entraron en Managua en 1979 se encontraron con un país que tenía enormes problemas. La guerra contra Somoza había producido más de 50.000 muertos, había centenares de miles de familias que carecían de hogar o que estaban refugiados en países vecinos y muchas áreas del país tenían sus escasas infraestructuras en ruinas. Había una deuda exterior de 1.600 millones de dólares (año 1979). Muchos profesionales cualificados y expertos hombres de negocios huyeron del país, se produjo una escasez de alimentos y combustible y se encontraron con altas tasas de analfabetismo, pobreza extrema y una muy deficiente salud pública.
El nuevo gobierno de reconstrucción nacional emprendió la labor de reconstrucción del país, creando una nueva infraestructura política y económica con el objetivo de mejorar las condiciones de la población, en especial la más pobre. Nacionalizo las pertenencias de la familia Somoza y la oligarquía que la rodeaba a la vez que garantizaba la propiedad privada y el respeto a los derecho humanos y programaba a Nicaragua como
país no alineado. Inicialmente el gobierno revolucionario recibió ayuda de países extranjeros, incluso de los EEUU.[1]
La economía se organizó como una economía mixta con predominio del sector público controlado desde el gobierno, nacionalizó la banca y se hizo con el control del comercio exterior que era crítico al ser, la exportación de productos agrícolas la base de la obtención de recursos para ala importación de alimentos y otros biens de consumo. La mayor parte de las tierras y los negocios permanecieron en manos del sector privado con la excepción los que pertenecían a la familia Somoza y algunos individuos privilegiados (este hecho llevó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, en su resolución número 2.87, a declarar que el Gobierno de Nicaragua ha violado el derecho a la propiedad privada consagrado por el Artículo 21 de la Convención Americana, resolución que muestra los obstáculos con los que tendría que enfrentase la Revolución en su intento de modernizar y dignificar el país). Algunas de las medidas adoptadas por los sandinistas imponían restricciones sobre la utilización de los bienes, lo que provocó la oposición de muchos empresarios.
En el mundo laboral los sindicatos sandinistas tomaron relevancia, aunque las organizaciones independientes sobrevivieron, el gobierno realizó un política de apoyo a los trabajadores.
[
editar] Reforma agraria
Dentro de los cambios económicos impulsados por la Revolución el reparto de las tierras en un país fundamentalmente agrícola y de latifundios, donde las tierras estaban en manos de una pequeña minoría, fue una de la prioridades de las nuevas autoridades, consiguiendo llevar a cabo, aunque parcialmente debido a las diferentes presiones, la
reforma agraria. Las tierras repartidas provenían de las propiedades nacionalizadas a los Somoza y sus partidarios. Se crearon granjas cooperativas dependientes del gobierno que congregaban a pequeños productores facilitándoles el acceso a créditos, herramientas e insumos. Se fomentó la producción agrícola para el consumo propio y la exportación.[1]
La reforma agraria se constituyó como un proceso que dependió de los diversos factores dependentes de las condiciones económicas, políticas y de organización que se presentarían durante el periodo revolucionario.[10] Nicaragua, como otros países del llamado tercer mundo tenía una economía basada en la agricultura de exportación, con productos como el café y el algodón cuyo precio depende de los mercados internacionales.
La propia ley de reforma agraria, en su artículo 1, marca las diferentes figuras de la propiedad de la tierra, estas son:
Propiedad del Estado (con la tierra confiscada de somocistas)
Propiedad cooperativa (parte de tierra confiscada, pero sin los certificados de propiedad individuales, trabajadas en régimen cooperativo).
Propiedad comunal (perteneciente a comunidades concretas, especialmente a las comunidades de Miskitos de la región Atlántica).
Propiedad individual (con certificado de propiedad individual trabajada por un solo propietario).
[11]
La reforma agraria se ejecutó en cuatro fases diferentes:
Primera fase (1979): confiscaci´çon de las propiedadesde la familia Somoza y la oligárquica allegada a ella.
Segunda fase (1981): Ley de Reforma Agraria
19 de julio de 1981.
Tercera fase (1984–1985): Cesión de tierras a los campesinos.
Cuarta fase (1986): Ley de reforma agraria de 1986, o "Reforma de la Ley de 1981".
[
editar] Educación y sanidad

Bandera que ondeó en el barrio Laura Sofía Olivas Paz de Ocotal (Nueva Segovia) cuando fue declarado territorio victorioso de analfabetismo.
La educación se consideró prioritaria. En
1979 el índice de analfabetismo era mayor del 50% (de los mayores de América) y en 2 años quedó reducido a un escaso 13% mediante una agresiva campaña de alfabetización que fue atacada por la eminente contrarrevolución que ya para entonces había sido creada con el apoyo y patrocinio de Estados Unidos.[2]
En la misma línea se realizaron políticas sanitarias y de educación superior, así como un plan de infraestructuras sanitarias y sociales. Se realizaron campañas de vacunación masiva y de educación sanitaria básica, que lograron reducir muy ostensiblemente las tasas de enfermedades y la mortalidad infantil.
Se tomaron medidas de dinamización social tendentes a implicar a todos los sectores sociales en la reconstrucción del país y logar los objetivos revolucionarios. Se crearon los
Comité de Defensa Sandinista (CDS) en las zonas urbanas tendentes a la organización de las diferentes actividades y vigilantes de las acciones contrarrevolucionarias. Se extendieron activamente los sindicatos al mundo rural y se crearon organismos para ayudar a los campesinos. Nacieron y potenciaron las organizaciones de participación ciudadana, grupos de mujeres, estudiantes y jóvenes.[1]
[editar] Las relaciones exteriores
En la coyuntura de la
guerra fría, Nicaragua no pudo mantenerse realmente como un país no alineado. Cuba participó activamente en la consecución de algunos de los objetvos marcados por la Revolución, mandó maestros, médicos y personal sanitario así como asesores militares. Los países del bloque soviético, con la URSS a la cabeza, mandaron ayuda al gobierno revolucionario. También muchos países de Europa Occidental y de Latino América apoyaron a las nuevas autoridades. La simpatía que mostraba el gobierno sandinista por otros movimientos liberadores de izquierda que operaban en otros países latino americanos, como en El Salvador, enfriaron y condicionaron las relaciones con muchos de esos países.
El papel que históricamente había jugado EEUU en Nicaragua y en el resto de América fue determinante para señalar a este país como el que había respaldado a los diferentes gobiernos de los Somoza y antepuesto toda clase de obstáculos al triunfo revolucionario y a las reformas que desde la Revolución se querían poner en marcha. Se identificó los EEUU como el defensor de los ricos opresores en contra de los pobres. Esta identificación de EEUU queda evidenciada en el
Himno a la Unidad Sandinista cuando dice "luchamos contra el yankee, enemigo de la humanidad". Por su parte el gobierno de los EEUU veía en los lazos de amistad de la Nicaragua Sandinista con Cuba y la URSS como la prueba fehaciente de su alineamiento político en el bloque comunista, a esto se le sumaba la ideología marxista leninista de mucho lideres sandinistas.[1]
El gobierno de la administración Carter realizó esfuerzos, tenía una oposición muy fuerte en el Senado, para ayudar a los nuevos gobernantes nicaragüenses. En las elecciones presidenciales de EEUU celebradas el 4 de noviembre de 1980 sale victorioso el candidato del Partido Republicano Ronald Reagan. Reagan se destacaba por su fuerte anticomunismo y estaba convencido de que los movimientos de liberación de América estaban potenciados y creados por la URSS. Cuando toma el poder en 1981 emprende una política de aislamiento de Nicaragua y organiza, apoya y finanza la oposición armada al gobierno revolucionario creando la contra.
[
editar] La contrarevolución
Véase también:
contras
Desde el triunfo mismo de la Revolución y el desmantelamiento de la Guardia Nacional, grupos aislado de guardias con base en Honduras mantuvieron hostilidades armadas con el nuevo gobierno nicaragüense. A finales del año 1981 estos grupos armados recibian apoyo del gobierno argentino y una ayuda secreta de los Estados Unidos.[1] Los grupos contrarevolucionarios se fueron alimentando de los descontentos con las reformas revolucionarias. Incluso algún relevante sandinista, como Edén Pastora creó su propio grupo armado de oposición, en este caso con base en Costa Rica. También algunos grupos étnicos como los miskitos se sumaron a estos movimientos antisandinista. A todo este conglomerado contrarrevolucionario se le denominó contra (acortamiento de contrarrevolucionarios o contrarrevolución en contraposición de compa acortamiento de compañero como se denominaban los sandinistas entre si).
Desde la llegada al poder de la administración Reagan el apoyo a los contras se generaliza e incrementa mientras que se bloquea y presiona al gobierno nicaragüense impidiendo la ayuda de otros países y diversos organismos e instituciones internacionales. Se estima que entre 1982 y 1990 los EEUU gastaron en el apoyo a la Contra más de 300 millones de dolares.
El bloqueo de EEUU y la agresión armada debilitaron sustancialmente la ya débil economía nicaragüense. Las acciones armadas, incluso directas de los EEUU, dañaron infraestructuras, impidieron la explotación agrícola y el comercio causando muchas bajas entre la población civil, forzando a mucha población a refugiarse en otras áreas del país o en el extranjero y obligando a destinar enormes partidas presupuestarias a la defensa y reconstrucción así como a tomar decisiones de gobierno antipopulares como puesta en marcha de un Servicio Militar Obligatorio.
Para hacer frente a la agresión el gobierno revolucionario se vio obligado a aumentar las fuerzas militares, en
1983 tuvo que instituir el Servicio Militar Obligatorio, y a realizar compras de armas a Cuba y URSS. La generalización de la guerra supuso la imposición del "estado de energencia" que conllevó la suspensión de algunas libertades civiles con encarcelamientos de algunos dirigentes opositores y algún episodio de censura de la prensa.
La contra, en la que militaban muchos ex guardias somocistas y estaba dirigida por agente ligados a los Somoza, cometió grandes atrocidades entre la población civil nicaragüense llegando a ser acusada de no respetar los derechos humanos. En esta coyuntura se comenzó a cuestionar dentro de los EEUU el apoyo que se prestaba a estos grupos armados (que habían llegado a ser denominado por Ronald Reagan como "defensores de la libertad"). El Congreso de los EEUU comienza a restringuir el apoyo a la contra llegando a prohibirlo totalmente en 1985.
El financiamiento de la intromisión armada por parte de los EE.UU. se mantuvo incluso en contra de la decisión del Congreso de ese país en
1985 (aunque no se ejecutó hasta octubre de 1986) mediante los fondos obtenidos por la venta ilegal de armas a Irán (en plena guerra Irán-Iraq, donde Irak era el aliado oficial de los EE.UU.) conocido como el caso irangate. La intromisión de los Estados Unidos llegó a ser tan intensa y evidente que la Corte Internacional de Justicia condenó la misma en sentencia del 27 de junio de 1986 por el apoyo a la contra y el minado de las aguas nicaragüenses (ver Nicaragua contra Estados Unidos).[12]
[editar] Hacia la paz

Celebración del cécimo aniversario de la Revolución (1989).
Antes de
1987 las fuerzas de la contra contaban con más de 10.000 hombres. El gobierno de EEUU intentaba el derrocamiento del gobierno sandinista por la fuerza utilizando todas las estrategias que estaban en su mano. La mayoría de los países latinoamericanos se oponían a que EEUU derrocara al gobierno nicaragüense y temían una extensión de la guerra por la región. México, Colombia, Panamá y Venezuela formaron el llamado Grupo de Contadora ya en 1983 para mediar en el conflicto sin obtener resultados positivos.
En
1987 el presidente de Costa Rica, Óscar Arias Sánchez, realiza una conferencia de presidentes centroamericanos para buscar solución a los conflictos de Nicaragua y El salvador. Fruto de esta conferencia son la negociaciones que en 1988 comienzan a realizar el gobierno de Nicaragua con la contra.
La economía nicaragüense, muy afectada por el conflicto, estaba al borde de la quiebra (la inflación en 1988 se situó entre el 2.000 y el 36.000%) y el presupuesto destinado a la defensa representaba la mitad de los presupuestos generales del país. Los planes de educacionales y sanitarios, así como alimenticios se vieron afectados por la situación económica y Nicaragua pasó a ser considerado el país más pobre de América latina. Los ataques de la contra dañaron la agricultura y la medida de fomentar la producción de alimentos básicos en lugar de productos para la exportación, de la que dependía la entrada de divisas en el país, llevaron a una situación desesperada que se agarbaba por los daños en la población civil que la agresión de la contra causaban (más de 10.000 bajas entre muertos y heridos y muchos refugiados).
La situación internacional comenzó a cambiar. En la URSS se abrió el periodo conocido como
perestroika y en EEUU se produjo el cambio de gobierno entrando George Bush el cual impuso una política más partidaria en contar una solución negociada al conflicto.
Dentro de los acuerdos de paz se incluye la celebración de elecciones en febrero de 1990. A esas elecciones la oposición, con el apoyo de los EEUU, crea una coalición denominada Unión nacional Opositora (UNO) presidida por Violeta Chamorro. En la coyuntura de la guerra y con la amenaza de proseguir la misma si vencían los sandinista, con una economía arruinada el resultado electoral da la victoria a la UNO con un 55% de los votos frente a un 41% obtenido por los sandinistas. Se produjo el cambio de poder, pasando el FSLN a la oposición.
Dentro de las conversaciones de paz los sandinistas mantuvieron el control del ejército con el compromiso de despolitizarlo, pasó de ser el "Ejército popular Sandinista" a ser el "Ejército de Nicaragua", algunos contras pasaron a integrase en él. Se desmovilizó buena parte de las fuerzas militares y se disolvió la contra. Los sandinista mantuvieron la mayoría en la representación del Tribunal Supremo y el mayor grupo de de la Asamblea Nacional. La red social que habían potenciado, sindicatos, asociaciones de vecinos, grupos de mujeres, estudiantes y jóvenes se mantuvo viva y contribuyó a reforzar el poder político del FSLN.
En la separación de las estructuras del estado y de partido algunas propiedades confiscadas pasaron a ser inscritas como propiedades del partido e incluso algunos dirigentes las inscribieron a su nombre, esto se conoció por el apelativo de "la piñata" y fue duramente criticado aunque no se llegó a denunciar, juzgar o condenar a nadie por estos hechos.
El gobierno de Vilota Chamorro encontró contradicciones dentro de la coalición que le apoyaba y la UNO no se llegó a presentar a las siguientes elecciones. Fue el primer gobierno del periodo liberal que se abrió y puso fin al periodo revolucionario.
[
editar] El legado de la Revolución
La Revolución dejo cambios profundos en Nicaragua. Las estructuras de poder que la oligarquía ligada a la familia Somoza había montando y mantenido para su propio beneficio fueron desbaratadas. Los niveles de educación de la población se elevaron muy significativamente. Grupos de población, como jóvenes, mujeres y campesinos, hasta entonces marginada de las actidades sociales y en la participación en la vida nacional vieron incrementado su presencia en estas áreas. Las regiones de la Costa Atlántica pobladas por
Miskitos obtuvieron autonomía. Se produjo por primera vez, después de décadas de dictadura y guerra civil un paso de poder de forma pacífica entre gobiernos surgidos de las urnas.
Los objetivos de la Revolución Sandinista, programados al pueblo nicaragüense, del derecho a una alimentación digna, a una vivienda, a la salud, a la educación... que inicialmente fueron llevados a cabo por diferentes programas de los gobiernos revolucionarios se perdieron al ser abandonados los los gobiernos postrevolucionarios de carácter liberal de la década de los años 90. El analfabetismo volvió a subir, aunque se mantuvo en niveles inferiores a los anteriores al 19 de abril de 1979, los niveles de salud y alimentación volvieron a los anteriores a ser similares a los pre-revolucionarios.
[1]
La Revolución realizó una reforma agraria dando tierras a los campesinos que no las tenían, la intervención de empresas y de la banca en busca de un sistema productivo mixto con un sector público fuerte y controlado desde el estado propiciaron la desconfianza del sector privado, tanto nacional como internacional que produjo una caída de las inversiones en el país. La guerra de agresión, organizada y financiada por los EEUU, a la que Nicaragua hizo frente durante obligo los diferentes gobiernos sandinistas a dedicar recursos enormes a la defensa y a la restauración de los daños materiales que los combates provocaban. La inseguridad que la guerra propiciaba impidió muchas inversiones extranjeras.
Se ha discutido mucho sobre los factores que produjeron la gran crisis económica del periodo revolucionario (cuando triunfó la revolución Nicaragua contaba ya con una gran deuda externa y una aguda crisis en su economía): algunos observadores exteriores achacan la crisis a la economía de corte marxista que los gobiernos sandinistas realizaron, mientras otros hacen hincapié en la guerra de agresión de EEUU y la
contra. La Revolución dejo una Nicaragua más libre y normalizada pero más pobre y dividida.[1]
En el año 2006, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, vuelve a ganar unas elecciones de la mano de Daniel Ortega y tras más de 15 años, los sandinistas regresan al poder dentro de un nuevo contexto para América Latina y el mundo.